En los términos más simples, las redes sociales son estructuras
compuestas por personas que están conectadas por uno o varios tipos de
relaciones: amistad, parentesco, hobbies, negocios, creencias religiosas, organizaciones: escuela o lugar de trabajo, etcétera.
En el caso de las redes sociales que usan tus hijos, son comunidades en línea —de registro y uso gratuito— donde el usuario crea su propio perfil y a partir de éste, hace invitaciones a otros —conocidos de la vida real o gente completamente nueva que conocen en Internet— para que sean sus amigos y así poder estar en comunicación constante.
Redes como Facebook, Hi5, MySpace, Metroflog, Badoo, sólo por mencionar algunas, son sitios muy populares, particularmente entre adolescentes y cada vez más niños, pues les permiten compartir información acerca de ellos mismos a través de fotos, videos, mensajes instantáneos y comentarios que publican en su perfil.
Ser parte de una red social es una forma de decirle al mundo que existen, cómo son (o cómo quisieran ser vistos), lo que hacen y les gusta hacer, lo que piensan y sienten; y el único requisito que necesitan cubrir para formar parte de ésta es registrarse y contar con una cuenta de correo electrónico.
Para tus hijos, las redes sociales representan una forma fácil, divertida e inofensiva de interactuar con otros; sin embargo, existen algunos riesgos relacionados a su uso, sobre todo por que los perfiles y los datos que éstos contienen están al alcance de millones y se tiene evidencia que muchos adultos están recurriendo a las redes para acercarse a niños y jóvenes con fines delictivos entre los que se encuentran el acoso y la explotación sexual e incluso el secuestro.
Aunado a esto, está también el uso que los propios adolescentes están haciendo de las redes, quienes en busca de popularidad, aceptan invitaciones de amistad de gente que no conocen en la vida real (entre más amigos tengas en tu perfil, más famoso eres) y publican comentarios, fotos y videos con contenido sexual (más las chicas que los chicos) o donde hacen alarde de sus pertenencias y estilos de vida, exhibiéndose peligrosamente ante los ojos de delincuentes o agresores sexuales.
En el caso de las redes sociales que usan tus hijos, son comunidades en línea —de registro y uso gratuito— donde el usuario crea su propio perfil y a partir de éste, hace invitaciones a otros —conocidos de la vida real o gente completamente nueva que conocen en Internet— para que sean sus amigos y así poder estar en comunicación constante.
Redes como Facebook, Hi5, MySpace, Metroflog, Badoo, sólo por mencionar algunas, son sitios muy populares, particularmente entre adolescentes y cada vez más niños, pues les permiten compartir información acerca de ellos mismos a través de fotos, videos, mensajes instantáneos y comentarios que publican en su perfil.
Ser parte de una red social es una forma de decirle al mundo que existen, cómo son (o cómo quisieran ser vistos), lo que hacen y les gusta hacer, lo que piensan y sienten; y el único requisito que necesitan cubrir para formar parte de ésta es registrarse y contar con una cuenta de correo electrónico.
Para tus hijos, las redes sociales representan una forma fácil, divertida e inofensiva de interactuar con otros; sin embargo, existen algunos riesgos relacionados a su uso, sobre todo por que los perfiles y los datos que éstos contienen están al alcance de millones y se tiene evidencia que muchos adultos están recurriendo a las redes para acercarse a niños y jóvenes con fines delictivos entre los que se encuentran el acoso y la explotación sexual e incluso el secuestro.
Aunado a esto, está también el uso que los propios adolescentes están haciendo de las redes, quienes en busca de popularidad, aceptan invitaciones de amistad de gente que no conocen en la vida real (entre más amigos tengas en tu perfil, más famoso eres) y publican comentarios, fotos y videos con contenido sexual (más las chicas que los chicos) o donde hacen alarde de sus pertenencias y estilos de vida, exhibiéndose peligrosamente ante los ojos de delincuentes o agresores sexuales.
¿Qué actitud debes adoptar frente a las redes sociales?
- No censures. La solución no es prohibir el uso de las
redes, mucho menos satanizarlas. Mejor platica con tus hijos sobre los
peligros que hay en su uso inapropiado y cómo prevenir situaciones de
riesgo.
- Involúcrate. Crea tu perfil y conoce lo más posible sobre
las nuevas formas de comunicación que ofrecen las redes. Quizás hasta
te termines divirtiendo y encontrando amigos del pasado.
- Sé comprensivo. Guía a tus hijos para que hagan un uso
positivo de las redes y platica frecuentemente con ellos sobre lo que
hacen cuando están en las redes, con quién se comunican y a quiénes
agregan como nuevos amigos.
- ¡Confía en ellos! Informa a tus hijos con veracidad y
confía en su criterio. La comunicación y la buena relación que tengas
con ellos los hacen más fuertes e inteligentes ante situaciones de
riesgo.
- Exige. Conoce los términos y condiciones de las redes a las que pertenecen tus hijos. Checa si los servicios que ofrecen son apropiados para la edad de tus hijos y exige a los administradores de estos sitios mayores controles para proteger la privacidad y seguridad de los datos.
Tips para orientar y proteger a tus hijos:
- Diles que a la hora de crear un perfil en las redes no publiquen
información personal que los haga fáciles de contactar: ciudad en la que
radican, dirección, nombre de su escuela, su número celular y pídeles
que establezcan su perfil privado.
- De ser posible, siéntate con tus hijos a la hora que ellos crean
sus perfiles, así podrás configurar los permisos y restricciones de
éstos.
- Recomiéndales usar un nickname en lugar de su nombre real, no publicar su edad ni fotos sugerentes.
- Pídeles que no acepten invitaciones de amistad de gente que no
conozcan en la vida real, por más atractivos o buenas personas que
parezcan. Alértalos sobre cómo hay gente que pretender ser quien no es y
que por lo mismo deben tener cuidado en quién confían.
- Háblales de la importancia de no divulgar todo lo que hacen.
Establezcan un límite entre lo que es público y privado, así como las
consecuencias que tiene publicar fotos sobre su vida familiar.
- Platica con ellos lo importante que es el no hacer alarde de sus
pertenencias, menos aun cuando no las tienen. En su intento de querer
ser populares presumiendo lo que poseen, pueden desde exponerse a un
simple robo, hasta poner a toda la familia en peligro.
- Recuérdales que no deben compartir su password con nadie, pues de hacerlo alguien podrían hacer mal uso de él y cometer agravios en contra de otros usando su nombre.
- Si alguien les pide a tus hijos conocerse en persona lo ideal es
que no asistan. En caso de que tú lo consideres pertinente aconséjalos
escoger un lugar público en un horario matutino y que nunca vayan
solos. Pídeles que valoren si de verdad tiene algún sentido conocer a
ese alguien en persona y cuál sería la finalidad de la reunión.
- ¡Confía en ellos! La comunicación y la buena relación que tengas
con ellos los hacen más fuertes e inteligentes ante situaciones de
riesgos.
- Enséñales a confiar en sus instintos y dales la confianza para que
si alguien o algo los hice sentir incómodos, lo platiquen contigo.
- Explícales que la diferencia entre lo que está bien y lo que está
mal es la misma que en la vida real, por lo que cuando estén en
Internet nunca hagan cosas que no harían en la vida real. Háblales de
la importancia de no usar las redes para difamar, humillar o hacer
sentir mal a otros y que siempre traten a los demás como quisieran ser
tratados.
¡Todo lo que tus hijos
hacen en línea tendrá consecuencias en sus vidas, sean buenas o malas,
enséñalos a actuar con responsabilidad y a disfrutar todas las ventajas
que ofrecen las tecnologías!
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